Misticismo Islamico

El Misticismo o ´irfan, es un aspecto integral del Islam, nada menos que su misma esencia y espíritu, que tiene su fuente en el Sagrado Corán y en la tradición del Profeta(PBD).

Pero afirmar la legitimidad del misticismo islámico no es sinónimo de aprobar todo lo que se practica en el mundo musulmán bajo el nombre de misticismo y sufismo, así como todas las prácticas y creencias encontradas entre los grupos que se dan a llamar a sí mismos musulmanes no pueden ser consideradas islámicas.

El Islam no es una amalgama de creencias y valores contradictorios. Por lo tanto aunque admitimos la existencia de un misticismo islámico genuino, cuyos mas altos grados fueron alcanzados por el Profeta (BPD) y sus legítimos sucesores(P), no negamos la presencia de elementos extraños en el sistema doctrinal de algunos místicos y consideramos objetables las creencias y prácticas de muchas sectas sufis.

La palabra ´irfan literalmente significa «saber», pero técnicamente se refiere a una clase particular de conocimiento obtenido a través de la percepción intuitiva directa. Un místico verdadero es aquel que se ha empeñado en una serie de prácticas y ejercicios particulares que lo han conducido a una comprensión directa, intuitiva y profunda de Dios, Sus Atributos y Acciones.

El Corán y las enseñanzas del Profeta Muhammad y su familia son las fuentes
esenciales del ‘Irfan y las guías indiscutibles para el buscador espiritual. Los doce Imames fueron elegidos como «Amigos intimos de Dios» desde antes de la creación. Todo el conocimiento trascendente es protegido, custodiado y dispensado por los miembros de la Casa del Profeta, cuyo ultimo representante es el Duodecimo Imam, Muhammad Al Mahdi(p), quien, se encuentra oculto, velado a los ojos de quienes son incapaces de percibirlo con el organo sutil del corazón. Los Imames lejos de ser sólo hombres sabios y piadosos cumplen una función espiritual de dimensiones cósmicas y, se constituyen en Guardianes de los Secretos de la Revelación, son manifestación de la Misericordia divina para los creyentes. Son los custodio hacia el cual los hombres pueden dirigirse en busca del conocimiento que libera al alma en la medida en que la somete al designio divino.

Guiado por el amor al Profeta y su familia, el gnóstico no deja de esperar la reaparición física de XII Imam para que se levante como Guía de la humanidad toda, procurando al mismo tiempo develarlo en su interior como fuente del Conocimiento Divino, pues el Corán le recuerda que «en la tierra hay signos para los convencidos, y en vosotros mismos también. ¿Es que no veis?» . Es conciente, además, de que sus esfuerzos por purificar su alma no son una tarea individual sino que se trata de un trabajo colectivo a fin de reconducir la creación en su conjunto hacia Su Señor. Por ello, nadando entre las preciosas letras del Mensaje, su corazón repite las palabras de Dios escritas en El Libro:

«Ciertamente, Dios no cambiará la condición de un
pueblo mientras este no cambie lo que en sí tiene»